La radioterapia torácica de 45 Gy dos veces al día en 30 fracciones se consideraba hasta el momento el régimen más eficaz
En un estudio de fase II publicado recientemente en The Lancet Oncology, se observó que el uso de radioterapia torácica de dosis alta frente a la dosis estándar 2 veces al día como parte del tratamiento con quimio–radioterapia de 1a línea fue asociada con una supervivencia global significativamente mejor y con tasas de toxicidad similares en pacientes con cáncer de pulmón de células pequeñas (CPCP) en etapa limitada.
En el ensayo clínico abierto, 170 pacientes sin tratamiento de centros de Noruega, Dinamarca y Suecia fueron asignados aleatoriamente entre julio de 2014 y junio de 2018 para recibir radioterapia dos veces al día a 60 Gy en 40 fracciones (n = 89) o 45 Gy en 30 fracciones (n = 81), con administración de diez fracciones por semana. Todos los pacientes recibieron cuatro ciclos de cisplatino 75 mg/m² o carboplatino AUC 5-6 mg / mL×min el día 1 y etopósido 100 mg/m² los días 1 a 3 cada tres semanas.
La radioterapia fue administrada en el tumor primario y en las metástasis ganglionares identificadas en PET-TC, comenzando después de 20 a 28 días del primer ciclo de quimioterapia. Los pacientes con respuesta recibieron radioterapia craneal profiláctica de 25 a 30 Gy.
La variable primaria fue la supervivencia global a los dos años, evaluada después de haber realizado un seguimiento de todos los pacientes durante este tiempo mínimo. El estudio sigue en curso.
La media de seguimiento para el análisis primario fue de 49 meses. En total, 85% de los pacientes de cada grupo recibió radioterapia craneal profiláctica.
A los dos años, 66 pacientes (74,2%) del grupo 60 Gy estaban con vida frente a 39 pacientes (48,1%) del grupo 45 Gy (OR = 3,09; IC 95% = 1,62-5,89; P = 0,0005). La mediana de supervivencia global fue de 37,2 frente a 22,6 meses (HR = 0,61; IC 95% = 0,41–0,90; P = 0,012).
La mediana de la supervivencia libre de progresión fue de 18,6 frente a 10,9 meses (HR = 0,75; IC 95% = 0,52-1,09; P = 0,13). En un análisis post hoc, el tiempo medio desde la progresión hasta la muerte fue de 14,0 frente a 8,2 meses (P = 0,0009).
Se observó una respuesta objetiva en el 77,5% frente al 76,5% de los pacientes (P = 0,88), con respuesta completa en el 18,0% frente al 21,0%. Un total del 21% frente al 35% de los pacientes presentaron recidiva en el área de radioterapia (P = 0,054). En el análisis post hoc, se presentaron metástasis a distancia en 42% frente al 46% de los pacientes (P = 0,59).
Los eventos adversos de grado tres o cuatro de los grupos más frecuentes de 60 Gy frente a 45 Gy fueron neutropenia (81% frente a 81%, P = 0,25), infecciones por neutropenia (27% frente a 39%, P = 0,30), trombocitopenia (24% frente a 25%, P = 0,96), anemia (16% frente a 20%, P = 0,85) y esofagitis (21% frente a 18%, P = 0,83). Se observó un total de 55 eventos adversos graves en 38 pacientes del grupo de 60 Gy frente a 56 acontecimientos en 44 pacientes del grupo de 45 Gy. La muerte relacionada con el tratamiento se produjo en tres pacientes del grupo de 60 Gy (debido a neutropenia febril, disección aórtica y neumonitis) y en tres pacientes del grupo de 45 Gy (hemorragia por trombocitopenia, accidente cerebrovascular e infarto de miocardio).
Los investigadores concluyeron que la dosis más alta de radioterapia produjo una ganancia de supervivencia en comparación con 45 Gy, sin aumento de la toxicidad, lo que sugiere que la radioterapia torácica de 60 Gy dos veces al día es una alternativa a los regímenes existentes.
Referencias: